domingo, 24 de diciembre de 2017

NAVIDAD, SU VERDADERO SIGNIFICADO

Aunque el veinticinco de diciembre es la fecha en la que el mundo cristiano recuerda el natalicio de Jesús de Nazaret, realmente el hecho histórico no se dio en esta fecha, fue más bien a fines de septiembre según diferentes estudios.
Sin embargo esto es irrelevante, lo realmente importante es que más de la mitad del planeta dedica un momento al año para tan glorioso evento, y aunque hoy se recuerde en un día que tiene más que ver con creencias paganas que con la fecha real e histórica, la navidad surgió con buenas intenciones de hacer que no olvidemos que hubo uno más grande que nosotros que “…se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres…” para que “…estando en la condición de hombre, se (humillara)…a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz…” (fil. 2:7-8), el verdadero sentido de la navidad es tener presente esta verdad maravillosa para todo el que de una u otra forma se haga llamar cristiano.

Sin embargo, lo que ahora comúnmente se celebra como navidad dista mucho del significado real, por general cuándo celebramos el cumpleaños de algún familiar o amigo, lo hacemos de modo que esa persona se sienta feliz y agradada, preparamos la comida y el postre favorito del cumpleañero, amenizamos la fiesta con su música predilecta y todo gira en torno a sus gustos; pero cuando se trata del cumpleaños de Jesús, olvidamos cuáles  son sus gustos y hacemos los preparativos en torno a los nuestros, y no es que esté mal hacer estos preparativos, sino que hemos olvidado a quien vamos a congratular, y cómo quisiera él que viviéramos estas fechas.

La familia tiene en el corazón de Jesús un lugar especial, Dios introduce a Cristo en el mundo a través de una familia, es en una familia en donde él es formado, en donde crece y aprende humanamente los principios del amor de Dios y hacia Dios, en donde ve que sus padres creen en Dios pero también le creen a Dios, por lo que lo más lógico es pensar que a Jesús le agrade que la celebración navideña sea en torno a la familia, al amor fraternal, al cuidado, al respeto de pareja, de padres a hijos y viceversa, al dejar de lado el enojo, la desobediencia, los gritos y las faltas de respeto, el perdonar y el pedir perdón, al poner a la familia en el sitial que debe estar, primero Dios y luego la familia como extensión del amor de Dios en nuestras vidas, pues lo más parecido al amor divino es el que sienten los padres hacia sus hijos, así que como padres honremos ese inmenso amor, y como hijos disfrutemos de él en unión, fraternidad, compartir, y búsqueda de una vida recta que agrade al “cumpleañero” de estas festividades.

Feliz navidad y próspero año nuevo 2018 tengan en unión de los suyos, y que la bendición y la provisión del altísimo se derrame sobre cada hogar venezolano en estas navidades.


Por: Alexandra Petrovic

martes, 19 de diciembre de 2017

LITERATURA Y EDUCACIÓN

La literatura posibilita la expansión y conocimiento de otros mundos. Enseñar la literatura ha constituido una labor titánica de la escuela, tarea, por lo demás, parecida a un juego de azar: no se sabe cuándo se va a acertar en su correcto aprendizaje. La escuela, como una formadora de sujetos y a la vez reguladora de una sociedad, tiende a delimitar el objeto literario como una imposición, contribuyendo a que el libro sea un sinónimo de pereza y tedio en nuestra sociedad. Pero, el acto de leer implica más que la comprensión y estudio de una obra de literatura. Desde la invención del libro, la lectura se convirtió en un acto privado, de experiencias individuales y de procesos particulares; por ende, ella ayuda a cada persona en la configuración de su mundo particular y de cosmovisión de la sociedad que lo rodea, contribuyendo a expresiones de libertad y de aporte al engranaje social, lo cual es uno de los objetivos de la educación: crear un hombre útil a la comunidad.
La literatura, además, posibilita la creación y conocimiento de mundos posibles que incentivan la imaginación, invitan a conocer aspectos históricos y de otras culturas, cultivando el intelecto y aportando al desarrollo de los procesos de lecto-escritura, ya que leyendo también se aprenden reglas sintácticas y gramaticales de una lengua, tan necesarias en la escuela y en la vida cotidiana. La lectura, cuando es un proceso individual, nos permite crear un mundo particular que nos desconecta de la realidad olvidando tiempo y espacio, pero para desconectarse de esa realidad es necesario conocerla muy bien y para esto la escuela es clave, ya que ella es una micro sociedad regulada, limitada y discursiva donde converge el pensamiento humano. Es pues, la enseñanza escolar, a pesar de sus limitaciones, la llamada a incentivar al alumno en la construcción de sujetos autónomos que respondan a las necesidades de su época y de su sociedad.
La literatura, por su lado, es un eje impulsador de este engranaje para lograr responder a unas políticas y a las exigencias y gustos de cada alumno con el ánimo de lograr personas integrales. El profesor de literatura será el encargado de llevar al alumno por estos mundos posibles de la mano de las letras y lograr que ellos también se apasionen con un mundo lleno de posibilidades y sueños: la literatura.

Arbey, M. Edisson. Literatura y Educación. Somos palabra, Universidad de Antioquia.
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Somos un proyecto literario incipiente que pretende promover el disfrute de la lectura y la escritura...
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