lunes, 25 de mayo de 2015

¿SE PUEDE APRENDER A SER FELIZ Y TAMBIÉN APREHENDER EN EL PROCESO?

Por: Alexandra Petrovic Jimenez
¿Se puede aprender a ser feliz?, esta ha sido una de las grandes interrogantes de la vida desde que el hombre tiene conciencia sobre la tierra, ¿cómo sentirse bien? y ¿cómo perpetuar ese sentimiento de bienestar?, muchas son las posibles respuestas y la prácticas que suelen llevarse a cabo en pro de ser y hacer felices a los que amamos, en los últimos años se ha experimentado y buscado una posible explicación científica del estado de felicidad y se ha encontrado que la ciencia y la felicidad si tienen relación, si se puede “enseñar” al cerebro para ser más felices.
Por lo general cuándo se le pregunta a alguien que significa ser feliz, la respuesta tiene que ver con la convención social de la necesidad de tener “salud, dinero y amor”, ¿pero son estas cosas realmente la clave de la felicidad?, el Dr. Martín Seligman habla sobre esto y otros aspectos relacionados al tema en una entrevista que le hiciera Edward Punset en su programa Redes en julio del 2013, este corto ensayo pretende analizar a groso modo algunos de los puntos más resaltantes que se exponen en dicha entrevista a fin de conocer cómo “sacarle provecho” a ciertas capacidades que tenemos y aplicarlas para llevar una vida más placentera, además de comprender como ser más feliz nos facilita el aprendizaje.
Según Seligman, psicólogo de la Universidad de Pennsylvania, se puede aprender a ser feliz siendo optimista, sin embargo, la facilidad de empuje y de sobrellevar las cargas no es igual para todas las personas, no todos tienen la misma capacidad de resiliencia ante las etapas traumáticas de la vida, aunque se puede entrenar para ser felices tomando en cuenta que es importante potenciar nuestra parte hedonista haciendo cosas que nos proporcionen placer, cultivar las aficiones que nos satisfacen de manera personal como practicar relajación, hacer deporte, comer sabroso, leer, todo depende de lo que cada cual considere placentero, hacer lo que nos gusta solo por el placer de hacerlo hace que la persona se sienta plena,  buscar un sentido a la vida, pertenecer a un grupo, sentirse parte de un todo más grande, tener una vida con sentido, como diría Rick Warren vivir “Una Vida con Propósito”, saber que somos útiles a un designio y un plan mayor proporciona satisfacción. 
“La noción de felicidad es científicamente imposible de concretar”, pero puede descomponerse en tres elementos que son científicamente cuantificables: 1. Vida de placer: emociones positivas, reír, buen humor, relaciones afectivas. 2. Vida comprometida: amor, trabajo, familia, hijos, amistades, estar inmerso en algo que nos comprometa y fluir con ello, crecer, y 3. Sentido de la vida: saber cuáles son nuestros  puntos fuertes y usarlos para “pertenecer” en pro de algo más, vida con significado como ya antes se mencionaba.
La felicidad entonces poco está relacionada con las convenciones sociales de salud, dinero y amor, afirma el catedrático que, el dinero por ejemplo, puede en parte potenciar la felicidad en los casos en que hay pobreza extrema, podríamos relacionar este punto con la pirámide de Maslow, recordando entonces su propuesta en cuanto a que el hombre se irá realizando a medida que tenga sus necesidades primarias cubiertas, de modo que valla en busca de las que se encuentran en el según plano de la pirámide y así sucesivamente, las necesidades primarias como salud y alimentación no se encontrarían satisfechas en casos de extrema pobreza, pero al estar compensadas, el dinero que “sobre” no hará la diferencia en el nivel de felicidad ni en su permanencia en el tiempo.
También se ha dicho que el ser feliz está dado en buena medida por los genes, sin embargo no lo es tanto, pues estos son responsables entre un 25% y 50% de la habilidad para ser felices, pero el otro 50% lo pone cada quién.
El cerebro tiene la increíble capacidad de ser flexible, plástico, cambiante, de aprender y de regenerarse creando redes neuronales que potencian ciertas habilidades, ¿porque no aprovechar esta habilidad desarrollando las áreas que nos proporcionan salud mental y bienestar, aprendiendo de las malas experiencias y practicando aquellas que nos dan sensaciones agradables, como pasar tiempo de calidad con nuestros seres queridos?


La esperanza y el optimismo nos protegen de los infortunios, y aunque nuestra percepción es subjetiva, el conocer nuestros puntos fuertes y aplicarlos al trabajo o la familia nos hacen obtener  más compromiso, de hecho se dice que esta es una de las formas de superar un trabajo que no nos gusta, precisamente reforzando esos puntos fuertes y usándolos con la gente a quién se quiere.

Hay que recordar que las emociones están en las zonas más primitivas del cerebro, ellas forman parte un sistema de guía para el organismo, ¿qué pasa a nivel físico cuándo somos felices?, la pituitaria y el hipotálamo segregan endorfinas que producen analgesia y bienestar, están también implicadas en la sensación de hambre, hormonas sexuales y estado inmune (previenen enfermedades); estimulan la producción de dopamina que es la encargada de fortalecer la sinapsis cerebral y con ellas se multiplican las redes hebbianas regenerando el cerebro y fijando los conocimientos en la memoria a corto, mediano y largo plazo; el cerebro produce endorfinas en respuesta a las sensaciones agradables así que practicar lo que nos gusta ayuda a que nuestro cerebro sea más positivo, todo esto por supuesto facilita la adquisición de conocimientos y el aprendizaje, el cerebro está en constante cambio incluso cuando reposamos, la clave está en reforzar aquellas experiencias que nos hacen felices, literalmente la felicidad atraerá más felicidad, y el aprendizaje atraerá más aprendizaje, se desmiente aquella máxima anticuada que decía que “la letra con sangre entra”, no es cierto, pues dada la relación íntima entre las estructuras cognitivas y las estructuras emocionales del cerebro, el aprendizaje se verá reforzado si se lleva a cabo en un clima emocional adecuado.




20 reglas de Stephen King para escritores


1.        Primero escribe para ti, luego preocúpate por la audiencia. “Cuando escribes una historia, te la estás contando a ti mismo. Cuando la reescribes, tu principal tarea es quitar todo lo que es no parte de la historia”.
2.       No uses voz pasiva. “A los escritores tímidos les suele gustar los verbos pasivos por la misma razón que a los amantes tímidos les gusta las parejas pasivas. La voz pasiva es segura”.
3.       Evita los adverbios. “El adverbio no es tu amigo”.
4.       Evita adverbios, especialmente después de “él dijo” y “ella dijo”.
5.        Pero no te obsesiones con la gramática perfecta. “El objeto de la ficción no es corrección gramatical, en cambio, es hacer que el lector se sienta bienvenido”.
6.       La magia está en ti. “Estoy convencido de que el miedo está en la raíz de la mala escritura”.
7.        Lee, lee, lee. “Si no tienes tiempo para leer, tampoco tienes el tiempo (o las herramientas) para escribir”.
8.       No te preocupes en hacer otras personas felices. “Si tiene la intención de escribir de la forma más veraz que pueda, sus días como miembro de la sociedad educada están contados de igual forma”.
9.       Apaga la TV. “TV es realmente lo último que un escritor necesita”.
10.     Tienes tres meses. “El primer borrador de un libro -incluso de uno largo -no debería tomar más de tres meses, la duración de una temporada”.
11.      Hay dos secretos para el éxito. “Me mantengo físicamente saludable y me mantengo casado”.
12.     Escribe una palabra a la vez. “Incluso si es una viñeta o una sola página de una trilogía épica como “El señor de los Anillos”, el trabajo siempre es alcanzado una palabra a la vez”.
13.     Elimina la distracción. “No debería haber teléfono en tu cuarto de escritura, obviamente tampoco TV o videojuegos para que puedas estar perdiendo el tiempo”.
14.     Mantente en tu propio estilo. “No se puede imitar el estilo de otro escritor en un género en particular, no importa cuán simple lo que hace el escritor pueda parecer”.
15.     Extrae. “Las historias son reliquias, parte de un pre-existente mundo sin descubrir. El trabajo del escritor es usar esas herramientas en su caja de herramientas para obtener la mayor cantidad de terreno intacto posible”.
16.     Toma un descanso. “Encontrará que leer su libro luego de seis semanas de descanso resulta una actividad estimulante”.
17.     Deja las partes aburridas y mata a tus mimados. “(Mata a tus mimados, mata a tus mimados, incluso cuando destruye tu escritorzuelo corazón egocéntrico, mata a tus mimados)”. (Mimados puede referirse a queridos, como Rowling).
18.     La investigación no debería eclipsar la historia. “Recuerda la palabra volver. Ahí es donde la investigación pertenece: tan lejos del fondo de la historia y en el fondo de la misma como sea posible”.
19.     Te conviertes en un escritor por el simple hecho de leer y escribir. “Aprendes mejor leyendo mucho y escribiendo mucho y recuerda que las mejores lecciones de todas son aquellas que te enseñas a ti mismo”.


20.    Escribir es sobre ser feliz. “Escribir no es sobre hacer dinero, volverte famoso, conseguir citas, tener sexo o hacer amigos. Escribir es magia, tanto como el agua de la vida como algún otro arte creativo. El agua es gratis, bebe”.


 DISPONIBLE EN: cultualt.wordpress.com

miércoles, 20 de mayo de 2015

¿QUÉ LEEN LOS JOVENES?


Revista INTERACCION No. 22

DISPONIBLE EN: http://interaccion.cedal.org.co/22-intervisiones02.html

Intervisiones
¿QUÉ LEEN LOS JÓVENES?

Por: Juan Carlos Torres Germain
Finanzas,Gobierno y Relaciones Internacionales, Externado de Colombia.

Durante la edad media leer o instruirse era un pecado pues el conocimiento era sólo para los sacerdotes o monjes. Todos los libros los poseía la Iglesia, el leer era un pecado y se castigaba como herejía. Luego, con la secularización del poder, la Iglesia perdió el monopolio del saber y la lectura y el conocimiento se convirtió en un derecho de la clase media y alta, con el pasar de los años la lectura se ha vuelto más accesible pues toda la sociedad que esté en capacidad de leer puede hacerlo.

Desde la antigüedad la lectura ha sido el mejor método para obtener conocimiento pues desde hace mucho tiempo se han usado los libros para transmitir saberes, anécdotas o simplemente historias fantásticas. Uno de los libros más importantes fue la Biblia que es un "libro sagrado o Escrituras, de judíos y cristianos" (Enciclopedia Microsoft Encarta, 99), este libro es el más conocido en el mundo y representa la esencia de la religión católica.

El siglo XX representó, entre otras cosas, la consolidación de los medios de comunicación en la sociedad, los más comunes son el televisor y el radio. En un segundo plano se ubican los periódicos que cumplieron una gran labor durante este siglo. Este medio de comunicación era el único que reunía información actual, información de interés, profundidad en la información y facilidad de acceso.

Cuando la sociedad comprendió que la lectura era una gran fuente de información y de conocimiento trató de implantarlo a los niños para que ellos desde pequeños tomaran el hábito de la lectura y obtuvieran un mayor nivel de cultura, este nivel de cultura obviamente creció en los países desarrollados donde había más opciones de educación.

Hace unos años la lectura era una forma de vida en muchos países pero con el pasar de los años esta costumbre desapareció y fue relevada por uno de los mayores inventos, la televisión. Desde su inicio, "se vaticinó que con la aparición de la televisión, el libro sería archivado" (El Tiempo). La televisión representaba una mayor facilidad y una forma más entretenida de aprender y actualizarse. "Para la gente es más fácil abrir los ojos y oprimir un botón. No hay ninguna resistencia. Las imágenes pueden resultar más impactantes que las letras. En los métodos didácticos modernos, se usa más el sonido, el movimiento, el color y la imagen" (El tiempo).

Los analistas dijeron que la aparición de la televisión iba a desplazar todas las actividades culturales y artísticas. El arte, como la pintura, la poesía y la escultura se vieron desplazados por la "caja mágica de imágenes", que usaba, para atrapar audiencia, el entretenimiento.

Este entretenimiento y facilidad de información hizo que tanto jóvenes como adultos, no todos, perdieran los hábitos de lectura y que prefieran ver en televisión lo que se trataba de expresar con palabras en un libro o en un periódico.

Hoy, en pleno siglo XXI, los jóvenes no leen sino lo estrictamente necesario para el colegio, pues la tecnología ofrece la mejor opción de entretenimiento representada en juegos de computador, video juegos y toda clase de programas y películas en televisión. Un niño normal prefiere jugar fútbol que leer una tira cómica, un joven normal prefiere navegar por Internet que leer el periódico y un adulto normal prefiere ver La Odisea de Homero en televisión que leer la extensa narración épica.

Por toda la situación de "no-lectura", el nivel de la educación en Colombia y en el mundo ha bajado mucho y es por esta razón que el analfabetismo es uno de los mayores problemas del globo terráqueo.

Según Juan Manuel Santos "los índices de lectura de la población colombiana son muy bajos y el descenso en la venta de libros en los últimos tiempos es bien preocupante" (El tiempo). Claro, esto se explica en que el joven de ahora no piensa en culturizarse sino en divertirse y para divertirse necesita de trago, música, amigos, juegos y en algunos casos extremos droga.

Este es otro factor que desincentiva la lectura, los jóvenes de hoy, me incluyo, lo primero que piensan es en estar con sus amigos y divertirse, lástima que ahora el alcohol se necesite para lograr una mayor diversión. Todo esto junto, la rumba, el alcohol, la televisión, en fin todo lo que representa la vida fácil es uno de los mayores enemigos de la lectura.

Muchos estudiantes y trabajadores que ya no leen le echan la culpa a la crisis que está atravesando el país, se dice que "por culpa de la recesión económica se ha alejado de los libros a los más fervientes aficionados a la lectura" (El tiempo). Este argumento es válido si se tiene en cuenta que hay cosas más importantes que comprar un libro, como comer o pagar un techo donde dormir. Lo que sí no justifica es que no haya plata para libros, pero si haya plata para la rumba, para el celular, para la gasolina de los dos carros y para el pago del salario de los dos choferes personales.

La lectura es un hábito muy importante que merece ser rescatado del olvido, pienso que entre todo existe un equilibrio y si se quiere se puede encontrar la justa medida en que se mezcle la lectura, que es un placer, y el entretenimiento al que estamos acostumbrados.

Leer es muy importante dentro de la formación de todas las personas, especialmente de los jóvenes, que es casi una forma de vida pues "proporciona a las personas la sabiduría acumulada por la civilización. Los lectores maduros aportan al texto sus experiencias, habilidades e intereses; el texto, a su vez, les permite aumentar las experiencias y conocimientos, y encontrar nuevos intereses (Enciclopedia Microsoft Encarta 99).

Con el problema del rechazo a la lectura por parte de los niños y jóvenes, más que todo, muchas personas y organizaciones han querido crear planes para fomentar el hábito de leer como un placer. En Bogotá, Enrique Peñalosa tuvo la idea de crear una biblioteca para niños que va a contener los 100 mejores libros por edades (de 0 a7, de 7 a 10 y de 10 a 12 años). Se imprimieron 200 mil libros y tres cuartas partes van a ser regaladas a colegios, escuelas y bibliotecas del distrito.

Dentro de estos 100 mejores libros para niños están: "Poemas de Rafael Pombo, Caperucita roja, La bella durmiente, La Cenicienta, Blancanieves, Las mil y una noches, Alicia en el país de las maravillas, Los viajes de Gulliver, Los tres mosqueteros, El principito, Pinocho, Aladino y la lámpara maravillosa, entre otros." (El tiempo).

En conclusión se puede decir que la lectura a través de la historia ha sido muy importante en el campo de la educación. En la actualidad la tecnología ha ocupado el espacio de los libros por lo que el nivel de educación ha bajado mucho. Los jóvenes de hoy prefieren hacer mil cosas diferentes a leer y cuando por motivos de estudio les toca hacerlo, lo hacen de mala gana y no lo disfrutan, lo cual hace que le cojan fastidio a la lectura.

No soy un gran lector, pero aprecio el valor de los libros y soy consciente que entre más lea, más capacitado estaré y por lo mismo seré en un futuro no muy lejano más competitivo. ¡A leer se dijo!


lunes, 18 de mayo de 2015

HACER DE LOS NIÑOS GRANDES LECTORES



Incentivar a los niños y jóvenes a convertirse en grandes lectores es una tarea de todos. Ayúdalos a entrar en el mundo de los libros.

DISPONIBLE EN: http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=72494

Con mucha frecuencia, los profesores, bibliotecarios y padres de familia se preguntan acerca de la lectura y sobre lo que deben hacer para lograr que sus niños lean. Voy a tratar de dar respuesta a algunas de esas preguntas, no sin antes afirmar que no es posible encontrar situaciones modelo que puedan ser tratadas de la misma manera, y que existen actitudes y comportamientos de los adultos que alejan a los niños y adolescentes de un encuentro enriquecedor con la lectura. Voy a enumerar, también, algunas de estas situaciones.


¿Por qué es importante leer?



Con un riesgo enorme de simplificar, me parece necesario insistir en la importancia de la lectura, pues a pesar de que últimamente se ha hecho conciencia entre padres y educadores acerca de su valor, también se empieza a correr el riesgo de considerar la lectura solo como un instrumento para acceder a las nuevas tecnologías y a la información que éstas ofrecen. Es preciso, entonces, tener claro que cuando hablamos de lectura nos estamos refiriendo no solo a la lectura instrumental con fines comunicativos, sino a la lectura que permite la reflexión, la crítica, el mejor conocimiento de sí mismo y de los demás, el acceso al pensamiento y a la cultura universales.



¿Debo elegir las lecturas de mis hijos o alumnos?



Con frecuencia se afirma que no es conveniente intervenir en la selección de las lecturas que han de realizar los niños y jóvenes, pues esto -se dice- vulnera su autonomía. Si bien es cierto que leer es una actividad que permite reafirmar esta autonomía, también es cierto que la autonomía para la elección está ya socavada por una oferta cultural de baja calidad y publicitada a través de los medios de comunicación. No hay que hacerse ilusiones, pues, acerca de la autonomía que tienen los niños y los jóvenes para elegir libremente lo que leen.



Por el contrario, es conveniente alentar la construcción de esta autonomía y contribuir a desarrollar su capacidad de elegir con criterios exigentes, mediante el ofrecimiento de lecturas de calidad que les permita establecer las diferencias con productos culturales que se ofrecen solo para el consumo indiscriminado. Esto no quiere decir esto que la calidad no pueda llegar a grandes públicos; la calidad no riñe con el éxito ni con la aceptación por parte de públicos masivos. Sin embargo, lo normal es que en una sociedad de consumo, en donde el concepto de calidad para los bienes culturales no es muy claro, se instale la mediocridad.



Desafortunadamente, libros mediocres que no movilicen la inteligencia y la sensibilidad de los menores, no conducen, en la mayoría de los casos, a la formación de lectores críticos y reflexivos, para quienes la lectura constituya un medio insustituible de crecimiento personal.



Para orientarse dentro de la enorme oferta bibliográfica infantil y juvenil, es conveniente prestar atención a la crítica y a la información que suministran algunas entidades que trabajan en este campo, lo mismo que al testimonio de lectores experimentados. Es indispensable, por otra parte, que los adultos se formen sus propios criterios y esto se hace mediante la lectura. Es una verdad de perogrullo: a leer se aprende leyendo, y a distinguir la calidad, también.



Por último, en relación con esta pregunta, sí es muy importante respetar el gusto del niño, no descalificar su elección, ofrecer una variedad de temas, estilos y géneros que respondan a la variedad de intereses de los niños, y entre los cuales ellos puedan escoger.



¿Qué debo hacer para acercar a mis hijos, o a mis alumnos, a la lectura?



Ante esta pregunta, siempre me inclino por responder de manera negativa: ¿qué es lo que no se debe hacer para evitar que los niños pierdan el gusto y el interés por la lectura? Y aquí cabe una larga enumeración, que trataré de resumir:



La primera condición para cualquier aprendizaje es la de tener la seguridad de hacerlo. Por lo tanto, la primera condición para que los niños no pierdan el interés por la lectura es la de mantener este interés mediante el estímulo. Cualquier evaluación que no busque, en forma conjunta y positiva, mejorar las condiciones del aprendizaje de la lectura como una actividad que tiene sentido por sí misma, constituye un elemento negativo. Obligar a los niños a leer en la casa o en la escuela con fines diferentes a los de la lectura misma, conduce a la inseguridad y la pérdida del interés. También es contraproducente pedirles resúmenes, ejercicios y respuestas a preguntas sobre libros que han sido leídos con otros fines, que van más allá de la obtención de información de un dato, una fecha, un nombre.



Muchas veces se rompe la magia de la lectura de un buen libro cuando, a toda costa, se quiere hacer de la lectura un pretexto para una actividad de carácter manual o para sacar provecho para otras asignaturas.



Pero, para responder de manera directa, yo diría que las tareas no son muchas ni difíciles: buscar oportunidades (todas son buenas) para leerles en voz alta, -nosotros a ellos, no obligarlos a lo contrario-, cualquiera que sea su edad, y leer con ellos es una de las mejores actividades de promoción de lectura. Discutir con ellos las lecturas, mantener un diálogo acerca de sus lecturas y de las nuestras, de sus intereses, un diálogo enriquecedor para ambas partes.



Por último, quiero referirme a un tema que considero de la mayor importancia: leer no es fácil. Cuando se trata de "venderles" a los niños y jóvenes esta idea, se corre uno de dos riesgos: el primero, dejarlos en lecturas que, por su precariedad en la presentación y contenidos, no les permiten enriquecimiento alguno. La mal llamada "lectura recreativa", que compite con los esquemas narrativos de la televisión, que presenta la realidad en forma esquemática y maniquea, y que construye personajes sin carne y hueso, héroes de papel sin ninguna complejidad, solo sirve para formar consumidores de otro producto comercial. El segundo riesgo es el de enfrentarlos, de buenas a primeras, a lecturas inaccesibles, por encima de sus capacidades y expectativas, que también desalentarían su interés. Los niños deben estar conscientes de que leer es más difícil que ver televisión, pero que produce mayores satisfacciones.



BIBLIOGRAFIA



Edwards, Angélica. Para leer, contar y conversar. Santiago de Chile, Editorial SM, 1996.



Reúne cuentos clásicos de la literatura infantil universal, además de "La hora del cuento", propuesta metodológica para acercar esos clásicos a niños y niñas a través de la conversación.



Pennac, Daniel. Como una novela. Bogotá, Editorial Norma, 1993.

Analiza la problemática de la lectura y propone un provocativo decálogo del lector, en el que se echan por tierra no pocos mitos, proclamando el derecho a no leer, a saltarse páginas, a no terminar un libro, a releer, a leer cualquier cosa y en cualquier parte.



Rodari, Gianni. Gramática de la fantasía: introducción al arte de inventar historias. Barcelona, Ediciones del Bronce, 1996.



Ameno y profundo ensayo acerca de la génesis de los cuentos, en el cual Rodari nos revela muchos de sus secretos como contador de historias. "Una propuesta para ponerla junto a cuantas tiendan a enriquecer de estímulos el ambiente en el que crece el niño."

viernes, 1 de mayo de 2015

PROMOCIÓN DE LA LECTURA

Educere

versión impresa ISSN 1316-4910

Educere v.10 n.33 Meridad jun. 2006

 

La promoción de la lectura en contextos no escolares y sus implicaciones pedagógicas: estudio exploratorio en Mérida, Venezuela,
Oscar Alberto Morales, Ángel Gabriel Rincón Y josé Tona Romero

Universidad de Los Andes Mérida 
- Venezuela 

Resumen
El siguiente estudio, de carácter exploratorio, basado en el paradigma cualitativo, tiene como propósito describir y analizar cómo se promueve la lectura en contextos no escolares en Mérida, Venezuela. Se consideraron los lugares públicos, ubicados tanto en zonas rurales como urbanas, que no se dedicaran a las actividades escolares. Para la recolección de los datos, se utilizaron las técnicas etnográficas: entrevistas no estructuradas, observaciones y análisis de documentos escritos. Se encontró que la lectura se promueve ampliamente de manera espontánea en lugares públicos. A través de la lectura se promueve la salud. Se concluye que la escuela puede aprender de cómo se promueve la lectura fuera de ella.

Palabras clave: lectura, promoción de la lectura, contextos no escolares, lugares públicos, consultorios, kioscos de revistas
Yo creo que ellas encontraron una parte de sus corazones en las lecturas que trabajamos, nunca pregunté qué entendieron o qué no entendieron de la lectura, lo que sí me queda claro es que había manifestaciones de afecto conmigo y con sus hijos, afecto que este espacio mágico les proporcionaba a ellas y a mí.
Merino Oliveros, 2004, p. 50.



1. Introducción
La promoción de la lectura en América y España ocurre de formas muy variadas y distintas, pero no excluyentes, tanto dentro como fuera de la escuela. Latinoamérica fomenta la lectura de maneras casi inverosímiles: bibliomulas, bibliobuses y bibliomorrales, hasta los bibliobotes, palabras compuestas que denotan la característica del medio por el cual se ofrece acceso a la lengua escrita. Igualmente, se han desarrollado programas de animación de la lectura en hoteles, bibliotecas públicas, hospitales, transportes públicos, estadios, estaciones, calles y a través de la televisión.
Pese a tan variado repertorio de experiencias de promoción de la lectura, en Venezuela no se ha estudiado sistemáticamente la manera como se fomenta la lectura en ambientes extra escolares. La mayoría de las investigaciones realizadas estudian las prácticas escolares que, aunque de suma importancia, no representan la totalidad de las prácticas de la lectura como hecho social que se da en una sociedad alfabetizada como la venezolana, ni ofrecen respuestas ni representan alternativas a quienes están excluidos del sistema escolar, ya sea porque nunca han tenido acceso, porque han sido expulsados o no han tenido los medios para continuar.
En vista de esto, intentando lograr un acercamiento a la naturaleza del proceso de promoción de la lectura en ambientes no convencionales, se plantea el siguiente estudio, de carácter exploratorio, con el que se busca conocer cómo se promueve la lectura en contextos no escolares en Venezuela.
A partir de los resultados, se ofrecen algunas implicaciones pedagógicas, especialmente para el desarrollo de proyectos pedagógicos y talleres dirigidos a promover la práctica de la lectura dentro y fuera de la escuela. Puede contribuir con la creación de una práctica de promoción de lectura demarcada por la ausencia de calificaciones, reprobaciones, imposiciones, regaños, gritos, prácticas escolares desafortunadas que hacen que los potenciales lectores rechacen la lectura y todo lo que esta implica.


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